Eres la traducción de todos mis anhelos
y la resurrección de mi esperanza,
el amanecer de un sol nuevo,
brisa que refresca con suave bonanza.
En tú pecho cálido y palpitante
se encuentra escondido un brillante tesoro,
me acerco con cautela
no quiero perder ese latido sonoro.
Con la misma delicadeza con la que sostienes una flor,
y la misma fuerza que soportas al mundo,
vienes a mi con un ritmo sin rumbo,
andando entre notas de suave color.
Llegas y tan intempestivo como puntual,
no es necesario buscarte para poderte encontrar,
llegas para no irte mas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario