miércoles, 22 de diciembre de 2010

Comienzo a olvidar

La sonrisa se fue, en mi rostro, ahora, amargura y dolor, el paso del tiempo y de ti, marcas visibles en mi piel de lo que pudo ser, de lo que no es, y lo que jamas será. Mis manos ya no quieren tocarte, no buscan tus manos, mucho menos tu corazón,  tu cuerpo, ya no importa si tomas el mio o no.
     Caminamos en distintas direcciones, mi brújula se perdió, el interés y la atención se fueron hacia algún punto que no recuerdo, a donde no podremos llegar, tus palabras ya no me empujan a seguir adelante, tus palabras ya no son dichas, comienzo a olvidar tu voz; he dejado de esperarte, mi tiempo se fue junto a tus deseos, dejamos de lado nuestras vidas para encargarnos uno del otro y terminamos por no hacerlo, las iluciones y deseos muy lejos están ya; mil años podrían ser o tal vez unos pocos días, de que  no se nada de ti, coexistimos en un mundo de mentiras, me hablas, te hablo, ninguno escucha, comienzo a olvidar tu rostro, no recuerdo nuestra ultima sonrisa,una mirada, alguna señal de que nos alejamos, no recuerdo nada.
     Y así continuamos, aun ahora, después de tanto tiempo, seguimos caminando sin rozarnos, no importo para ti, menos a mi lo que te pase, a pesar de la distancia enorme de estar a tu lado, seguiremos así olvidandonos cada día un poco más.

martes, 21 de diciembre de 2010

Insomnio

Desperté vomitando memorias absurdas de todo lo que me duele recordar, mirando la nada, empañando el entorno con agua y sal; mi cama esta fría, mi cuerpo esta frio, inmóvil, mantengo la cabeza en la almohada, húmeda de tanto llover.
    Tú recuerdo invade la habitación, colandose por debajo de la puerta, te veo entrar y hablarme, no escucho, pienso en mi, pretendo levantarme, de verdad lo quiero pero...mi cuerpo no responde.
     Sigo ahí, boca abajo en la cama, tu fantasma se vuelve real, volteas hacia mi, descubres del cabello mi rostro, tu expresión es extrañas, me miras horrorizada, gritas, no alcanzo a entender porque, intento tranquilizarte, ¡no puedo!.
     -Pero..¿que?, ¿que me pasa?-, corres fuera de la habitación,-¡espera!¡no me dejes!- siento lágrimas correr de desesperación, mis ojos fijos esperando verte de nuevo en la puerta acercándote a mi.-¡Regresa!¡ayudame!-grito, no hay respuesta. Mi voz parece nunca haber salido de mi boca.
     Regresas y lloras, poso mi mano sobre ti, me ignoras, buscas algo en la habitación, nada, nada, algo al pie de la cama llama tu atención,con temor levantas el pequeño frasco oscuro, intento hablarte de nuevo, no me oyes, tu expresión no deja de cambiar,-¡estoy asustado!,¿que me pasa?¡ayudame por favor!-te levantas de la cama, tiemblas, arrojas con violencia el frasco contra la pared. No entiendo.
     Me miras a los ojos arrodillada frente a la cama,-no debiste...¡no debiste!-tomaste mi mano,-¿porque?-preguntaste, quise responder, tomar tu mano y abrazarte, decirte que todo estaría bien, pero no lo hago, no me muevo, no veo nada, has cerrado mis ojos, escucho tu voz como un leve murmullo entre sollozos; de la noche anterior solo recuerdo nuestra acalorada discusión, el insomnio fatal, un par de pastillas, después nada mas.

Fragmento III

Tan cerca y tan lejos,
mi desgracia, mi felicidad,
tan mio como nunca lo fuiste,
como quizá jamas será.

Vives en mi mente
en ella te conosco demasiado bien,
revelo tus sueños,
vivimos en un amor sin fin, sin muerte.

Pero nada de esto existe en mi realidad,
el rose de tus labios es prohibido,
tus manos, tus ojos,
tu corazón que tanto anhelo.

Y aun así intento pensar
que algún día me veraz
y ante ti dejare de ser invisible,
que volaremos juntos
disfrutando de nuestra maravillosa libertad.